El Proyecto Manhattan es el nombre en clave que le dió el presidente de la Segunda Guerra Mundial a un proyecto secreto para obtener la bomba nuclear.
En 1939, en los inicios de la Segunda Guerra Mundial, Albert Einstein alerta al presidente de los Estados Unidos, F. D. Roosevelt, que la bomba atómica es posible y que los alemanes podrían estar cerca de tenerla.
Einstein estaba seguro que pronto se podría conseguir una reacción nuclear en cadena. Se basaba en los trabajos de investigación llevados a cabo por:
Enrico Fermi y Leo Szilard, en los Estados Unidos
Frédéric Joliot y su esposa Irene Joliot-Curie, en Francia.
Este procedimiento permitiría también la construcción de una nueva clase de bombas.
Carta de Albert Einstein al presidente Roosevelt
Einstein mencionaba la escasez de reservas de uranio de los Estados Unidos. Las minas de este mineral, según relataba, se encontraban en la antigua Checoslovaquia y en el Congo Belga.
En realidad, la carta la escribieron los físicos de origen húngaro Leó Szilárd y Eugene Wigner redactaron la carta Einstein-Szilárd y Einstein la firmó.
Además, informó que Alemania había suspendido la venta de uranio de las minas checas, de las que el Reich se había hecho cargo. Este hecho podría significar que los científicos del Instituto Kaiser Wilhelm podrían estar llevando a cabo experimentos de fisión nuclear, también.
El miedo de Albert Einstein a la guerra nuclear era consecuencia de su profundo conocimiento de los avances de la investigación en este campo.
Inicio del desarrollo de la bomba atómica: el Proyecto Manhattan
Roosevelt acogió la carta de Einstein sin excesiva ilusión. Sin embargo, creó una comisión para que se encargara de las cuestiones mencionadas.
En el inicio del Proyecto Manhattan, Robert Oppenheimer desempeñó un papel fundamental como director científico ya que fue designado como el líder científico del proyecto debido a sus impresionantes credenciales en física teórica y su conocimiento en la vanguardia de la investigación científica en ese momento. Su capacidad para reunir y coordinar a algunos de los mejores científicos e ingenieros del país fue clave para el éxito del proyecto.
Entre 1940 y 1941 empezaron a realizarse medidas en sistemas de uranio-grafito. A finales de 1940, Glen Seaborg descubrió un elemento artificial que podría emplearse para la fabricación de la bomba atómica (el plutonio-239).
El Proyecto Manhattan se inició oficialmente en 1941 con el ataque japonés a la base militar de Pearl Harbor. Entre sus colaboradores se encontraban varios premios Nobel, entre ellos Edward Teller. Sin embargo, Albert Einstein no participó de forma directa.
La fabricación de la bomba fue confiada al ejército, en un Proyecto bélico que costaría alrededor de 2.500 millones de dólares. El programa contemplaba dos alternativas:
La separación del uranio-235 del uranio-238.
La producción de plutonio-239 en los reactores de grafito.
El primer reactor nuclear del mundo
El primer reactor nuclear del mundo fue el conocido como Chicago Pile (CP-1), desarrollado dentro del Proyecto Manhattan.
El 2 de diciembre de 1942, se puso en marcha la primera reacción nuclear en cadena producida por el hombre. Lo que hasta entonces sólo era física teórica se convirtió en realidad.
El trabajo lo realizó un grupo de físicos nucleares europeos emigrados a los Estados Unidos y dirigidos por el físico italiano Enrico Fermi.
En 1943 se levantaron tres ciudades llenas de instalaciones de investigación:
Oak Ridge (Tennessee) para separar el uranio-235 del uranio-238.
Hanford para el establecimiento de los reactores nucleares.
Los Álamos para la construcción de la bomba atómica. El director del laboratorio de Los Álamos fue Robert Oppenheimer. Oppenheimer consiguió reunir a cerca de mil científicos que permanecerían allí hasta seis meses después de acabada la contienda.
Como director científico del Proyecto Manhattan, Oppenheimer fue responsable de supervisar y coordinar la investigación y el desarrollo en los tres principales laboratorios involucrados en el Proyecto Manhattan: el Laboratorio Nacional de Los Álamos en Nuevo México, el Laboratorio de Radiación de Berkeley en California y el Laboratorio Metalúrgico en Chicago.
El Chicago Pile
El reactor nuclear Chicago Pile (CP-1), era de estructura sencilla. Se instaló bajo la tribuna del estadio de fútbol americano de la Universidad de Chicago. Fermi empleó combustible de uranio, como el que empleaba en sus experimentos en Roma, y moderador de grafito.
Los preparativos para este experimento fueron llevados a cabo con gran secreto.
Objetivo del reactor Chicago Pile
El objetivo de la investigación era la obtención de una reacción en cadena controlada. El experimento permitiría el estudio de sus propiedades para el posible desarrollo de una bomba atómica.
La reacción en cadena de fisión se inició una vez se extrajeron con mucho cuidado las barras de control. En este momento, entró en funcionamiento el primer reactor nuclear de la historia de la energía nuclear.
Trinity: El primer ensayo nuclear
En la madrugada del 16 de julio de 1945, se llevó a cabo exitosamente la primera prueba de la bomba atómica de plutonio en el desierto de Alamogordo (Nuevo México).
La bomba atómica de uranio y la de plutonio estuvieron listas al mismo tiempo.
Resultado y consecuencias del Proyecto Manhattan
El resultado más significativo del Proyecto Manhattan fue el desarrollo exitoso de la primera bomba atómica.
El proyecto logró construir y probar con éxito dos tipos de bombas nucleares: una basada en el isótopo de uranio-235, conocida como "Little Boy", que fue utilizada en el bombardeo de Hiroshima el 6 de agosto de 1945, y otra basada en el isótopo de plutonio-239, denominada "Fat Man", que fue utilizada en el bombardeo de Nagasaki el 9 de agosto de 1945.
Las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki se convirtieron así en los primeros y hasta el momento los únicos objetivos de un ataque con bombas atómicas de la historia.
Las consecuencias del Proyecto Manhattan fueron profundas y de gran alcance:
Fin de la Segunda Guerra Mundial: Las bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki aceleraron el final de la Segunda Guerra Mundial al obligar a Japón a rendirse incondicionalmente. La devastación y las pérdidas humanas causadas por las bombas llevaron al emperador Hirohito a ordenar la capitulación de Japón el 15 de agosto de 1945, poniendo fin a la guerra.
Comienzo de la era nuclear: El Proyecto marcó el inicio de la era nuclear, ya que fue la primera vez que se utilizó armamento nuclear en combate. Esto tuvo un impacto significativo en las relaciones internacionales y la carrera armamentista nuclear durante la Guerra Fría.
Proliferación nuclear: El éxito del desarrollo de las bombas atómicas provocó que otros países buscaran desarrollar sus propias armas nucleares, lo que condujo a una carrera armamentista nuclear durante la Guerra Fría y más allá. Esto llevó a la creación del Club de las Potencias Nucleares, compuesto por países con armas nucleares reconocidas oficialmente.
Desarrollo de la energía nuclear: Además de su aplicación militar, el Proyecto Manhattan también sentó las bases para el desarrollo de la energía nuclear con fines pacíficos. El conocimiento y la tecnología adquiridos en el proyecto fueron utilizados para establecer programas de energía nuclear en todo el mundo.
Cuestionamientos éticos: El uso de las bombas atómicas en Japón planteó serios cuestionamientos éticos sobre el uso de armas de destrucción masiva y los efectos devastadores que pueden tener en poblaciones civiles.
Controversia y dilemas morales: El papel de los científicos en el desarrollo de la bomba atómica, incluido Robert Oppenheimer, generó debates y dilemas morales sobre la responsabilidad de los científicos en el uso de su conocimiento en la creación de armas de este tipo.