- Una solución química es una mezcla homogénea formada por la disolución completa de un soluto en un solvente, dando lugar a una combinación uniforme de sustancias a nivel molecular.
El soluto es la sustancia que se disuelve en una solución, y el solvente es el medio en el cual se disuelve el soluto. Este fenómeno es posible debido a la interacción entre las moléculas del soluto y las moléculas del solvente, que rompen las fuerzas intermoleculares y permiten la mezcla de ambas sustancias.
Tipos de soluciones químicas
Las soluciones químicas se pueden clasificar de diversas maneras, dependiendo de diferentes criterios.
A continuación, se presentan algunas de las clasificaciones más comunes:
Según el estado de agregación
Según el estado de agregación las soluciones se clasifican en gaseosas, líquidas y sólidas:
- Soluciones gaseosas: El soluto y el solvente son ambos gases. Por ejemplo, el aire.
- Soluciones líquidas: El soluto está disuelto en un solvente líquido. Un ejemplo común es el agua que disuelve la sal.
- Soluciones sólidas: Tanto el soluto como el solvente son sólidos. El bronce, una aleación de estaño y cobre, es un ejemplo.
Según el solvente
Dependiendo del solvente, las soluciones pueden ser acuosas o no acuosas.
- Soluciones acuosas: El agua es el solvente.
- Soluciones no acuosas: Otros solventes que no son agua.
Según la cantidad de soluto
Las soluciones también pueden clasificarse según la cantidad de soluto presente en relación con la cantidad de solvente.
- Soluciones diluidas: Contienen una baja concentración de soluto.
- Soluciones concentradas: Contienen una alta concentración de soluto.
- La concentración de una solución puede expresarse de diversas maneras, como porcentaje en masa, porcentaje en volumen o molaridad, proporcionando diferentes perspectivas sobre la composición de la mezcla.
Según el tipo de solutos
Dependiendo del tipo de soluto utilizado en una solución química distinguimos las soluciones electrolíticas y las no electrolíticas:
- Soluciones electrolíticas: Las soluciones electrolíticas contienen solutos que, al disolverse en el solvente, se disocian en iones. Este proceso de disociación permite que haya una alta concentración de iones en la solución, lo que a su vez facilita la conducción de electricidad.
- Soluciones no electrolíticas: Las soluciones no electrolíticas contienen solutos que no se disocian en iones cuando se disuelven en el solvente. En estas soluciones, la conducción de electricidad es mínima o nula, ya que la ausencia de iones libres limita la capacidad de la solución para transportar carga eléctrica.
Según la temperatura y la solubilidad
Generalmente la solubilidad aumenta con el aumento de la temperatura para muchas sustancias, aunque existen excepciones.
La saturación de una solución química es un fenómeno que ocurre cuando se alcanza la máxima cantidad de soluto que puede disolverse en un solvente particular a una temperatura específica.
- Soluciones insaturadas: Contienen menos soluto del que podría disolverse a una temperatura específica.
- Soluciones saturadas: Contienen la cantidad máxima de soluto que puede disolverse a una temperatura dada. Cualquier soluto adicional agregado no se disolverá y se depositará en el fondo de la solución.
- Soluciones sobresaturadas: Contienen más soluto del que normalmente se disolvería a una temperatura dada. La sobresaturación es el principio químico que provoca la cristalización.
Según la homogeneidad
Dependiendo de de la homogeneidad podemos clasificar las soluciones en estos dos tipos:
- Soluciones homogéneas: En estas soluciones, las sustancias que componen el soluto y el solvente están completamente mezcladas a nivel molecular, lo que resulta en una mezcla uniforme. Las propiedades de la solución son las mismas en cualquier parte de la muestra.
- Suspensiones: En las suspensiones, las partículas del soluto no se disuelven completamente en el solvente y, por lo tanto, son visibles. Estas partículas tienden a sedimentarse con el tiempo debido a la gravedad, lo que lleva a la separación de las fases. Las suspensiones no son homogéneas y pueden requerir agitación para mantenerlas uniformes por un período corto.
Según la naturaleza de las partículas disueltas
- Soluciones moleculares: En las soluciones moleculares, las partículas disueltas son moléculas individuales que mantienen su estructura molecular original. No hay una disociación significativa de las moléculas en iones cuando el soluto se disuelve en el solvente.
- Soluciones iónicas: las partículas disueltas son iones, lo que significa que las sustancias disueltas se han disociado en iones positivos y negativos cuando se disuelven en agua. Este proceso se observa comúnmente con compuestos iónicos, como las sales. Por ejemplo, cuando el cloruro de sodio (NaCl) se disuelve en agua, se disocia en iones de sodio (Na⁺) y cloruro (Cl⁻).
Según la Idealidad
- Soluciones Ideales: Siguen las leyes de las soluciones ideales, donde la interacción entre las moléculas del soluto y el solvente sigue un comportamiento predecible.
- Soluciones No Ideales: Se desvían del comportamiento esperado según las leyes de las soluciones ideales.
Ejemplos
Un ejemplo común es la solución salina utilizada en la medicina. Esta solución acuosa de cloruro de sodio (NaCl) tiene una concentración específica para mantener el equilibrio electrolítico en el cuerpo y se utiliza comúnmente en tratamientos intravenosos y lavados oculares.
En el ámbito doméstico, las bebidas gaseosas son ejemplos de soluciones acuosas. Estas contienen dióxido de carbono disuelto en agua bajo presión, proporcionando la característica efervescencia al ser liberado. Además, las soluciones detergente utilizadas para lavar platos o ropa son mezclas diseñadas para disolver y eliminar grasas y suciedad.
En el ámbito industrial: las soluciones químicas son esenciales en procesos como la fabricación de productos farmacéuticos.
Por último, el aire que respiramos es una solución gaseosa compuesta por una mezcla de nitrógeno, oxígeno, dióxido de carbono y otros gases.