Piscina de combustible nuclear gastado

Transporte de residuos nucleares

Transporte de residuos nucleares

La industria de la energía nuclear genera residuos nucleares que deben ser tratados de forma adecuada. Por lo tanto, los residuos radioactivos generados en reactores nucleares o en otras fuentes radioactivas deben transportarse en centros de almacenamiento especializados.

El transporte de estas sustancias radiactivas se realiza según las recomendaciones establecidas por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Estas recomendaciones se regulan a través del Acuerdo Europeo de Transporte de Mercancías Peligrosas por Carretera.

El transporte de material radioactivo debe minimizar la probabilidad de que ocurra un accidente nuclear. En caso que suceda algún accidente, el objetivo es mitigar sus efectos, evitando la dispersión del material radiactivo y evitar los posibles efectos sobre la salud humana.

Durante el transporte de residuos nucleares se debe asegurar la contención del material radiactivo para evitar contaminar a las personas y al medio ambiente, controlando además el nivel de radiación externa y proporcionando señales de advertencia sobre el contenido del bulto.

De acuerdo con la situación geográfica de los productores de residuos y las características de los residuos a retirar, se elabora un programa. En este programa existen mapas interactivos, se establecen las fechas, horas y rutas de la retirada. Los responsables del transporte de material radiactivo deben comunicar con antelación suficiente a las autoridades pertinentes.

Para el transporte de residuos cuyo origen son las instalaciones nucleares, tales como centrales nucleares, se emplean vehículos articulados de 40 toneladas. Para residuos procedentes de hospitales, laboratorios y centros de investigación, se emplean vehículos de menor tamaño.

¿Cuáles son los peligros del transporte de residuos nucleares?

El riesgo durante un transporte de materiales radioactivos incluye los riesgos para la salud humana y la seguridad nuclear. Estos dos conceptos se pueden producir debido a la exposición de los trabajadores y otras personas a las fuentes radiactivas Las fuentes radioactivas proceden del combustible gastado de las centrales nucleares y residuos radiactivos de alta actividad. 

Dentro de los aspectos de seguridad nuclear, también se incluyen los riesgos sociales y las percepciones de las personas. Estos aspectos se pueden producir incluso sin exposiciones a las radiaciones.

Los peligros del transporte de residuos nucleares se deben a accidentes de vehículos convencionales y a las exposiciones a radiaciones ionizantes tanto en accidentes como en condiciones normales.

Este tipo de peligros son una fuente de preocupación constante para las personas que viven cerca de las rutas habituales que van desde las instalaciones nucleares al almacén temporal centralizado.

El riesgo en el transporte tiene en cuenta la probabilidad de que ocurra una incidencia en concreto como sus consecuencias. En general, se consideran varios escenarios para realizar un plan de seguridad.

Tipos de embalajes para el transporte de residuos nucleares

En función de su actividad, de su forma física, de su contenido radiactivo y del tipo de embalaje, se distinguen cinco tipos de bultos:

  • Bultos exceptuados: los bultos exceptuados son aquellos bultos que contienen cantidades de material radiactivo lo suficientemente pequeñas como para estar exentas de la mayoría de los requisitos de diseño y uso. Sin embargo, deben ir correctamente etiquetados para identificar su contenido radiactivo como en los otros tipos de bultos.

  • Bultos industriales: los bultos industriales se emplean para transportar materiales de baja radioactividad o contaminados superficialmente.

  • Bultos de tipo A: los bultos de tipo A están diseñados para transportar de forma segura cantidades relativamente pequeñas de materiales radioactivos y/o fuentes radioactivas poco intensas. En este tipo, se limitan las cantidades máximas de radionucleidos que pueden transportarse en dichos bultos, para que en caso de liberación de radionucleidos, los riesgos de contaminación o radiación externa sean bajos.

  • Bultos tipo B: los bultos de tipo B se emplean para transportar cantidades mayores de material radiactivo, como radioisótopos, combustible nuclear gastado, residuos vitrificados y materiales similares de alta actividad. Estos bolsos están diseñados para resistir los efectos de accidentes nucleares graves.

¿Cómo deben ir etiquetados los bultos radioactivos para el transporte?

En cuanto al etiquetado de los bultos, se distinguen tres categorías:

  • Categoría I-Blanca: para bultos en los que la intensidad máxima de la radiación en la superficie es de 0,005 milisieverts por hora (mSv/h).

  • Categoría II-Amarilla: para bultos en los que la intensidad máxima de la radiación en la superficie está comprendida entre 0,005 y 0,5 milisieverts por hora (mSv/h).

  • Categoría III-Amarilla: para aquellos en los que la intensidad máxima oscila entre 0,5 y 2 milisieverts por hora (mSv/h).

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Fecha de publicación: 20 de diciembre de 2018
Última revisión: 12 de mayo de 2021