Accidente nuclear en la central Saint-Laurent-des-Eaux, Francia

Accidente nuclear en la central Saint-Laurent-des-Eaux, Francia

La central nuclear de Saint-Laurent-des-Eaux es una instalación de energía nuclear en operación, ubicada en el corazón de Francia, en la región de Centro-Valle del Loira.

Esta planta ha sido protagonista de dos accidentes nucleares significativos, ambos clasificados como de nivel 4 en la escala INES (Escala Internacional de Eventos Nucleares), ocurridos en 1969 y 1980. Estos incidentes marcaron un punto de inflexión tanto en la percepción pública como en la política energética nuclear en Francia, influyendo en las políticas de seguridad nuclear y en la gestión de centrales nucleares en todo el país.

Ubicación y características de la planta

Central nuclear de Saint Laurent des Eaux, en FranciaLa central nuclear se sitúa en la comuna de Saint-Laurent-Noin, en el departamento de Loira y Cher, a orillas del río Loira, a aproximadamente 30 km al suroeste de Orleans, una ciudad clave en la región. En sus cercanías, a unos 70 km al este, se encuentra la central nuclear de Dampierre, otra importante instalación energética de la región.

La planta cuenta con cuatro unidades de energía, de las cuales dos están apagadas. Las dos unidades operativas disponen de reactores de agua ligera a presión (PWR) de diseño Framatome, con una capacidad de 965 megavatios eléctricos cada uno.

Las unidades apagadas, de la tecnología UNGG (uranio-grafito-gas), estuvieron en funcionamiento durante los primeros años de la planta, siendo reemplazadas posteriormente por los más modernos reactores de agua a presión.

Accidente nuclear de 1969

El 24 de marzo de 1969, la central nuclear de Saint-Laurent-des-Eaux puso en funcionamiento su primer reactor UNGG, el cual fue un modelo pionero en la energía nuclear francesa. Sin embargo, apenas seis meses después de su activación, la planta sufrió uno de los accidentes más graves en la historia de la energía nuclear, tanto en Francia como a nivel mundial.

En la noche del 17 de octubre de 1969, mientras se realizaba el reabastecimiento de combustible, un fallo en el sistema combinado con un error humano provocó la fusión parcial del núcleo del reactor. Como resultado, se fundieron 50 kg de uranio, 47 de los cuales fueron recuperados posteriormente, incluso manualmente por los empleados que participaron en las labores de limpieza.

Classificación en la escala INES

Nivel 4 de la escala INESEste incidente fue clasificado como nivel 4 en la escala INES, lo que lo convierte en uno de los accidentes nucleares más graves en la historia de las centrales nucleares francesas.

A pesar de la magnitud del evento, no se produjo una fuga significativa de radiación hacia el entorno.

Consecuencias

Después de un exhaustivo proceso de reparación y revisión, el reactor de la unidad A-1 se reactivó el 16 de octubre de 1970, aunque el accidente dejó una marca indeleble en la industria nuclear de Francia y sus políticas energéticas.

La opinión pública sobre los riesgos de la energía nuclear quedó seriamente cuestionada, alimentando un debate nacional sobre los pros y los contras de esta fuente de energía.

Accidente nuclear de 1980

Más de una década después, el 13 de marzo de 1980, la central nuclear de Saint-Laurent-des-Eaux volvió a enfrentar un accidente nuclear. Esta vez, fue el reactor A-2 el que sufrió un aumento descontrolado de la actividad de fisión nuclear.

El aumento de la energía térmica en el reactor alcanzó niveles peligrosos, lo que llevó a la fusión del núcleo del reactor. Como resultado de este incidente, se derritieron 20 kg de combustible nuclear, lo que representó otro grave evento para la industria nuclear en Francia.

El accidente fue clasificado nuevamente como de nivel 4 en la escala INES, al igual que el ocurrido en 1969.

Clasificación en la escala INES

En esta ocasión, la causa fue un fallo en los propios elementos del reactor, lo que provocó la fusión de dos barras de combustible. A pesar de que las medidas de seguridad, como las barras de control, estaban en funcionamiento, no fueron suficientes para evitar el desastre.

Consecuencias del accidente

Trabajador en una zona radioactivaComo consecuencia, el personal de la planta tuvo que liberar yodo radiactivo a la atmósfera, desde el 22 hasta el 26 de marzo de 1980, en un intento por evitar que los niveles de radiactividad en el sistema de refrigeración alcanzaran niveles peligrosos.

Tras el accidente, comenzó un arduo proceso de limpieza del reactor afectado, que se prolongó durante 29 meses. Más de 500 especialistas trabajaron en la eliminación de los residuos de uranio fundido.

Se sospechó que, además del yodo radiactivo, también se filtraron partículas radiactivas hacia la atmósfera y el río Loira, lo que generó una preocupación adicional sobre las consecuencias medioambientales.

El reactor A-2 fue finalmente restaurado en 1983, pero continuó operando hasta su cierre definitivo en 1992.

Impacto y repercusiones

Estos dos accidentes en la central nuclear de Saint-Laurent-des-Eaux tuvieron un profundo impacto en la industria nuclear francesa y en la percepción pública sobre la seguridad de las plantas nucleares. La planta experimentó numerosas revisiones de sus protocolos de seguridad y mejoras tecnológicas para evitar futuros incidentes.

Además, la serie de incidentes contribuyó al endurecimiento de las normativas de seguridad nuclear en Francia y a un mayor escrutinio de las operaciones de las centrales nucleares en todo el país.

El debate sobre la energía nuclear en Francia continuó siendo un tema candente a lo largo de los años, especialmente después de los accidentes, aunque la industria nuclear sigue siendo un pilar de la política energética nacional.

Estado actual de la central de Saint-Laurent-des-Eaux

La central nuclear de Saint-Laurent-des-Eaux, ubicada en la región Centro-Valle del Loira, sigue en funcionamiento con dos de sus cuatro unidades activas.

Estas unidades operativas cuentan con reactores de agua ligera a presión (PWR) de diseño Framatome, cada uno con una capacidad de 965 MW. Estos reactores más modernos reemplazaron a los antiguos reactores UNGG, que fueron desactivados debido a su obsolescencia y a los problemas de seguridad derivados de los accidentes ocurridos en la planta.

Las dos unidades más antiguas de la planta, que usaban la tecnología UNGG (uranio-grafito-gas), fueron apagadas en las décadas de 1980 y 1990. Estos reactores fueron objeto de varios incidentes graves, lo que llevó a su cierre definitivo.

Actualmente, la planta se concentra en sus reactores de agua ligera, más eficientes y seguros, aunque la producción de energía ha disminuido en comparación con su capacidad anterior debido al cierre de las unidades más antiguas.

A pesar de estos cambios, Saint-Laurent-des-Eaux sigue siendo una parte fundamental de la red eléctrica de Francia. La planta se somete a estrictas revisiones y mejoras en sus sistemas de seguridad, en línea con las normativas nacionales de energía nuclear.

En el futuro, es probable que se continúen realizando ajustes en la infraestructura de la planta, conforme Francia avanza hacia una mayor sostenibilidad y diversificación en su matriz energética.

Autor:
Fecha de publicación: 7 de febrero de 2020
Última revisión: 17 de marzo de 2025